La piedra pómez es una roca de color grisáceo, liviana y porosa de origen volcánico, creada a partir de lava en contacto con el aire. Esto es lo que hace que se formen las cavidades que la caracterizan y haciendo que su densidad sea inferior a la del agua.
Es áspera y rugosa, lo que ayuda a exfoliar y eliminar las durezas superficiales que se forman en los pies, ya sea en los talones o en la planta. Es una gran aliada a la hora mejorar su aspecto, por lo que no dudes en usarla en tu próxima pedicura e, incluso, en otras zonas de tu cuerpo como manos y codos. Tras su uso, la piel estará mucho más lisa y tendrá un mejor aspecto.